La primavera, la sangre altera; o eso dicen. A mi desde luego me está sentando fatal! Tengo ganas locas de que llegue el verano (yo? diciendo ésto? nunca antes lo hubiera pensado. Una enamorada de la nieve, de los jerseys de punto gordo, manoplas,….).
Y mientras llega, me entretengo viendo bonitas fotos como estas de ésta boda en la Provença.
Las fotografias que os enseño hoy tienen un no sé que…..que me encanta!
Detalle de las invitaciones todas caligrafiadas y pintadas a mano por la propia novia! (ojalá yo fuera así de creativa y manitas).
El vestido, sencillo y elegante, para una ceremonia civil, de Valentino.
A la salida del Ayuntamiento y antes de ir a la celebración, su celebración, nada les pareció más romántico que hacer un paréntesis e ir a por un Cappucino al Café de la Presse.
El Café donde empezó todo años atrás.
La misma novia admite que la idea fue romántica y a la vez, fantástica, ya que el chute de cafeína les vino genial para los la posterior celebración!
Ni Dj ni nada! Ipod en mano y playlist a tope, empezaron con Never My Love, The Association.
Terrminar a las mil con una gran playlist de Rock ´n´ Roll.